Proyecto para una finca de 44.185 m2, en un espacio en ladera donde la influencia del río Sarela deja su huella en la vegetación, el clima y el paisaje cultural de terrazas, canales y molinos. Este proyecto obtuvo el Primer Premio Nacional Iberflora en la categoría Jardinería y Paisajismo en Medio Urbano en el año 2014; calificado con matrícula de honor en Master de Arquitectura del Pasaje Juana de Vega.
Como principal objetivo, se persigue lograr un espacio dinámico para que todas las personas, y no solo las aficionadas a la botánica o los jardines disfruten y se diviertan. Un diseño para potenciar la interacción con el entorno: la senda del río Sarela, el campus, la ciudad y el turismo; que además preserve y valore las características de la finca.
Desde un punto de vista botánico la propuesta centra el interés en la riqueza botánica local, que muchas veces es desconocida, está infrautilizada o su conservación está en riesgo. La propuesta es respetuosa y poco intervencionista, no actúa en una parte importante de la finca que se mantiene intacta, apenas existen movimientos de tierra, aporte de material externo o energía.